domingo, 12 de abril de 2015

KERALA (India)

Kerala donde las hojas de los arboles bailan con el viento, huele a inspiración, se siente paz.
Donde los ojos de todos brillan, no hay prisa si no pausa,
pausa para respirar, escuchar los pájaros, el sonido de las ramas al caer..
Flores colores energía, dulzura, libertad, luz.
Allí en el ashram, por fin entendí la diferencia entre mirar y contemplar.
Y lloré de felicidad, por esa sensación tan intensa que llena cada célula de tu cuerpo y hace que sientas que formas parte de todo eso, es indescriptible.

Un viaje que comenzó sin ningún objetivo, mas allá de vivir y disfrutar la india.
Este viaje que ha sido MI VIAJE, en el que me he dado el permiso, de llorar pero sobre todo de reír.
Reír como una niña, a carcajadas, llorar de la risa hasta que duele el estomago.
Ese ha sido nuestro mantra este viaje, la risa.
La risa y ese om vibrante que canta Ajan, que se ha convertido no solo en nuestro profesor y guía estos días si no en un gran amigo.
Ajan y sus clases, sus silencios, sus miradas, sus sonrisas, sus cantos, sus consejos...
Ajan es luz, esa luz que ha iluminado nuestro camino estos 15 días, cuidando cada detalle, cada paso.
Siyi y Aaron, nuestros ángeles de la guarda, siempre a nuestro lado para que nos sintiéramos protegidas.
y el grupo..
un grupo de 14 mujeres, que hemos compartido no solo el Yoga, si no la ilusión y el brillo en los ojos, porque para cada una de nosotras este viaje conllevaba algo, Algo importante.

Kerala, me ha dado paz, mas si cabe.
Me ha hecho sentir, despertar sentidos dormidos.
Nunca borrare de mi retina su luz, ni olvidaré sus olores, su música su ritmo, su gente.
Porque nadie es pobre si en su interior lo tiene todo,

Kerala donde he conocido que mi nombre no solo es cruz, y su connotación negativa,  si no que puede ser Maestra "guru".
Podría recordar millones de momentos, pero solo voy a dar las gracias, desde lo mas profundo de mi corazón, a la vida, por haberme dado la oportunidad de hacer este viaje, no de hacerlo si no de sentirlo.
De comprobar que todavía tengo energía,  que se puede reír a carcajadas, que el caótico trafico puede ser divertido y no ruidoso, cena a la luz de la luna y el fuego, mantras a la orilla de la carretera, clases de yoga, meditaciones, la energía del templo, el contacto de la piel en los masajes ayurveda, miradas de complicidad, y risas compartidas, compartir experiencias, madrugones, bailar hasta no poder mas, y como bien nos dijo Ajan,
" la vida es como tu quieres que sea, las emociones están para sentirlas pero no para agarrarte a ellas como una lapa, se puede estar triste o enfadado, pero que ni ese enfado ni esa tristeza te hagan no disfrutar del día, transitarlos unos minutos y dejarlos ir"

"El yoga no solo se practica encima de una esterilla", hay q llevarlo luego a la vida real, no solo son una serie de ejercicios físicos, es un estado, es una filosofía de vida

Gracias, Virginia,Amparo, Maria, Dolores, Patricia, Ines, Nuria, Marian, Cris. Maria Rosa, Ana, Marian, Teresa, , Siji, Aaron y Ajan.

Y en especial Gracias Bea por animarme a hacer este viaje, por compartirlo conmigo por ser la mejor compañía que se podía tener, por respetarme, cuidarme y quererme, por hacerme reír y soñar.

Gracias Ajan por hacer de esta experiencia no solo una viaje a la india, si no un gran aprendizaje.






























1 comentario:

  1. Eres muy afortunada por haber podido VIVIR lo que has vivido en Kerala.
    Me has emocionado leyendo tus palabras.
    Ojalá, algún día, pueda ir yo.

    Como siempre, un placer leerte...

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